💔 Duelo de pareja: cuando el amor se rompe y el alma duele
- Daniela Palacio

 - 21 sept
 - 3 Min. de lectura
 
Terminar una relación de pareja es, sin duda, una de las experiencias emocionales más intensas y dolorosas que podemos atravesar. Y no importa si fue una relación larga o breve, si la ruptura fue de mutuo acuerdo o inesperada: cuando un vínculo afectivo se rompe, se activa un proceso psicológico profundo que llamamos duelo.
Este duelo —aunque no haya muerte física de por medio— se vive como una pérdida real. Porque lo que perdemos no es solo a una persona, sino un proyecto de vida, rutinas compartidas, expectativas, seguridad emocional e incluso una parte de nuestra identidad.

🧠 ¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando terminamos una relación?
Diversas investigaciones en neurociencia han demostrado que el cerebro reacciona ante una ruptura amorosa de forma muy similar a como lo haría frente a un síndrome de abstinencia.
Cuando estamos en una relación amorosa, el cerebro genera altos niveles de dopamina, oxitocina y serotonina, neurotransmisores asociados al placer, el apego y el bienestar. Estas sustancias crean una especie de “vínculo químico” que nos hace sentir seguros y conectados con la otra persona.
Cuando esa relación termina:
La dopamina cae bruscamente, generando sensación de vacío, tristeza y falta de motivación.
La oxitocina, hormona del apego, también disminuye, intensificando la sensación de desconexión, soledad y ansiedad.
Aparecen reacciones en zonas cerebrales asociadas al dolor físico, como el córtex somatosensorial y la ínsula anterior (según estudios de Fisher, Brown y Aron, 2010), lo cual explica por qué literalmente sentimos que “nos duele el corazón” o que “nos parte el alma”.
Por eso, el duelo de pareja no solo es emocional, sino también neurológico y corporal.

⚠️ ¿Qué síntomas puede experimentar una persona?
El duelo amoroso puede afectar profundamente todas las áreas de la vida cotidiana:
Emocionalmente: tristeza, llanto frecuente, cambios de humor, culpa, ira, confusión.
Cognitivamente: dificultad para concentrarse, pensamientos obsesivos sobre la ex pareja, idealización, recuerdos intrusivos.
Físicamente: fatiga, insomnio, dolores musculares, falta de apetito o atracones, alteraciones en el sistema inmunológico.
Socialmente: aislamiento, pérdida de interés en actividades, dificultades para mantener vínculos.
Espiritualmente: sensación de pérdida de sentido, preguntas existenciales, desconexión interior.

Estos síntomas son normales en las primeras etapas del duelo, pero si se mantienen en el tiempo o se intensifican, es importante buscar acompañamiento profesional.
📘 Las etapas del duelo de pareja
Aunque cada persona vive el duelo de forma única, existen etapas emocionales comunes que ayudan a entender lo que se está atravesando. Estas etapas, inspiradas en el modelo de Elisabeth Kübler-Ross, no son lineales ni obligatorias, pero ofrecen un marco útil:
Negación: “Esto no puede estar pasando”. Se siente incredulidad, desconexión emocional, como si lo que ocurrió fuera un mal sueño.
Ira: Aparece enojo hacia la pareja, hacia uno mismo, hacia la vida. La rabia protege del dolor profundo.
Negociación: Fantasías de reconciliación, pensamientos como “si hubiera hecho esto distinto…”, intentos de volver o contactar.
Tristeza o depresión: Se reconoce la pérdida con profundidad. Surgen emociones intensas de vacío, soledad, nostalgia.
Aceptación: Poco a poco se asimila la realidad, se integran las emociones, se resignifica la experiencia, y comienza una nueva etapa.
Reconstrucción (añadida por muchos psicólogos actuales): la persona retoma su proyecto vital, se abre a nuevas relaciones, reconstruye su identidad fuera de la pareja.

💡 ¿Qué puede ayudar en este proceso?
Terapia psicológica: Permite comprender el proceso, validar emociones, reorganizar pensamientos y fortalecer recursos internos.
Cuidar el cuerpo: Dormir bien, comer equilibradamente, hacer ejercicio. El cuerpo también está en duelo.
Pedir apoyo: Hablar con amigos, familiares o grupos de apoyo.
Evitar la idealización: Recordar la relación tal como fue, con sus luces y sombras.
Establecer límites claros: Evitar el contacto constante con la ex pareja al inicio puede facilitar el proceso de desapego.
Reconstruir la rutina: Volver a enfocarse en proyectos propios, hobbies, crecimiento personal.
Recuerda que...
El duelo por ruptura de pareja es un proceso natural, pero profundamente movilizante. Afecta el cuerpo, las emociones, el cerebro y la vida cotidiana. Comprenderlo desde la psicología nos permite vivirlo con más compasión y menos culpa, sabiendo que no estamos “locos” por sentir tanto, sino que estamos transitando una de las transiciones más humanas que existen: la pérdida de un amor.
En Wë Wellnëss, acompañamos estos procesos con sensibilidad, profesionalismo y respeto por tu historia. Si estás atravesando un duelo amoroso, no tienes que hacerlo solo/a. Aquí estamos para ayudarte a transformar el dolor en un nuevo comienzo.


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